Elecciones administrativas italianas

EN ITALIA, COMO EN EUROPA, LAS MASAS RECHAZAN LOS PLANES DE AUSTERIDAD DISPUESTOS POR LA COMISIÓN EUROPEA Y LA BCE.

El resultado de las elecciones, aunque con alternativas  de ciudad en ciudad y  según el partido o la coalición ganadores, ha representado una protesta de masas a la política seguida por el gobierno de Renzi y su dependencia de las decisiones de la Comisión y de la OTAN. Los planes de austeridad, de recortes de las inversiones públicas y de privatizaciones, incluidos los rescates  a bancos en quiebra, con el consenso de la Confindustria, unidos al aumento del presupuesto militar y de la presencia italiana en los escenarios de guerra imperialista, constituyen un elemento que en esta jornada electoral ha recogido un fuerte rechazo de la población.

Esta conciencia generalizada no encuentra un centro único de expresión popular. Obviamente, esta condición, no podría verificarse durante las elecciones, que tienen una fuerte característica de decisión individual, si no ha sido previamente objetivo de la batalla social y de la experiencia de las masas. Las luchas obreras y populares han tenido carácter parcial, local o de categoría; las direcciones sindicales y políticas se han demostrado incapaces, cuando no lo han permitido, de oponerse a la onda reaccionaria. En esas condiciones, gobierno y Confindustria han impuesto condiciones que han debilitado el movimiento obrero, exponiéndolo aún más al chantaje y a la prepotencia patronal.

Es así que la desaprobación de las masas a todas estas políticas se ha expresado parcialmente o en formas diferentes: sea con la abstención de más del 40% del electorado, o votando al movimiento Cinco Estrellas (ver nota) o sea con el apoyo a una izquierda que aunque débil obtiene algunos resultados relevantes como en Nápoles, Boloña y en otras pequeñas ciudades.

Además del descenso de votos del Partido Democrático renziano, la derecha también pierde consenso. Las distintas fórmulas lanzadas en las distintas ciudades, en algunas con predominancia fascista en otras centrista, y finalmente, en otras divididos no solo no han obtenido resultados importantes sino que no sirvieron para determinar quién dirige, quién puede reemplazar a Berlusconi hoy. El centrismo se satisface con la formula en la que perdió por menos, Milán. La derecha y los fascistas de Liga del Norte y “Fratelli di Italia”, a su vez, fracasan en el intento de utilizar la cuestión de emigrados y refugiados – y la amenaza terrorista – para propagar el terror, la xenofobia y el nacionalismo.. Esperaban capitalizar el  Brexit y el efecto Marine Le Pen, pero no obtienen resultados importantes.

En las recientes elecciones locales  fueron llamados a votar alrededor de 13 millones de personas, casi una cuarta parte del total del país.  A las urnas concurrieron ciudades importantes como Roma, Nápoles, Turín, Milán, Boloña y Cagliari. El Partido Democrático, el partido del premier, pierde dos ciudades importantes: Roma y Torino. En la capital, había gobernado en coexistencia con un sistema clientelar mafioso que se apropiaba de recursos importantes destinados a la asistencia a los extranjeros y a prestar servicios sociales para los sectores más pobres. En Turín, han perdido una ciudad que siempre – e históricamente, después de la derrota del fascismo – estuvo en manos del partido comunista y de la izquierda. Allí, también, se gobernaba desde los salones aristocráticos haciendo acuerdos con las grandes multinacionales, la Fiat, los bancos y las altas finanzas, ciegos frente al escenario de retroceso de las condiciones de vida, de trabajo, la desocupación creciente que se verificaban en capas amplias de la población, sobre todo en las periferias de estas ciudades.

Se había creado un abismo entre la gestión exclusiva y prepotente del poder (y sus recursos) con las condiciones de desesperación en las que viven decenas de miles de personas. Lo evidencia la clausura de decenas de círculos del Partido Democrático en Roma que se habían transformado en “centros de negocios”, como los calificó el mismo comisario renziano, Orfini. Si el PD no cae completamente, y mantiene  Milán, Boloña y Cagliari, es por el elevado porcentaje de abstención electoral, por la crisis del centro derecha que va a la deriva sin dirección, y en algunos casos porque Sel (Sinistra y Libertad)  corre en su ayuda.

EL FRACASO DE LA UNION EUROPEA INFLUYÓ EN LAS ELECCIONES

Renzi, presidente del gobierno y secretario del PD, quiso quitar importancia a la cita electoral,  lanzando la campaña anticipada por el referéndum constitucional que se debe realizar en el mes de octubre. La cuestión europea fue central en la discusión y en la decisión de las masas, que se han expresado en diferentes formas rechazando la austeridad,  a la obligación de la paridad de los balances y al compromiso de saldar las deudas públicas monstruosas con intereses de usura que crecen de manera exponencial.

Las ciudades, ante  la posibilidad de derogar servicios sociales elementales (escuela, transporte público, viviendas populares, recolección de residuos, ayuda a los numerosos sectores marginales, asistencia a los que huyen  de la guerra, etc) sufren inmensamente las consecuencias de las políticas de la troika. Los gobiernos locales, las empresas municipales, han debido responsabilizarse directamente con el saldo de la deuda pública con la gran banca, adquiriendo títulos y obligaciones derivadas. De este modo los gobiernos locales deben recurrir directamente al “mercado”: aumentan impuestos, privatizan y, de todos modos, no alcanzan a cumplir con los deberes mínimos de una administración. Las ciudades se fracturan socialmente y crecen desigualdades monstruosas. En las principales ciudades, entre el centro y la periferia, hay cinco años de diferencia en cuanto a las expectativas de vida de la población.

En estas condiciones y en ausencia de un conflicto social generalizado, las masas que participan de las elecciones se orientan y votan en manera disgregada, las corrientes de izquierda, los comunistas y los movimientos sociales más importantes no consiguen atraer y representar la inmensa rabia social de los sectores populares. Las grandes centrales sindicales, en todos estos años en los que el Partido Democrático estuvo en el gobierno, han aceptado sin gran resistencia una reforma laboral que permite licenciar indiscriminadamente con indemnizaciones reducidas, que reduce a cero las conquistas históricas del movimiento obrero, una reforma de las jubilaciones que prolonga 6 años la edad laboral, han suspendido la renovación de los contratos colectivos de los trabajadores públicos y han perdido poder adquisitivo importantes categorías sociales, como la de maestros y profesores.

La creciente rabia social explota en forma individual y en cualquier dirección. Sectores populares importantes renuncian a participar en la votación. En los suburbios de las grandes ciudades recogen apoyo las fuerzas de derecha, como Liga Norte y Hermanos de Italia, creyendo que los emigrados les “quitan el trabajo”. Otra parte, más consistente, vota el partido de Grillo, que ataca la “casta política”, rica y privilegiada. Las dos formaciones critican a la Unión Europea, en clave nacionalista la derecha y en modo ambiguo los de “Cinco Estrellas”. Es así que estas dos grandes corrientes consiguen recoger parte del voto popular. El partido de Grillo arrastra también parte del voto politizado de izquierda que trata de pesar en ese movimiento que aparece como el único capaz de derrotar el PD.

NAPOLES Y LA EXPERIENCIA PARCIAL DE UN FRENTE DE LAS IZQUIERDAS

La izquierda: Refundación Comunista, Sel (Izquierda y Libertad, la última escisión de Refundación) junto a un grupo de diputados (Fassina y otros) que han abandonado el Partido Democrático, sumados a algunos comités, grupos de intelectuales reunidos en “La Otra Europa” y listas cívicas han dado vida a un frente de  izquierdas que ha participado en varias ciudades, y que tenía como punto central la autonomía del PD y la oposición a las políticas de privatizaciones y recortes de servicios, proponiendo la restructuración de la deuda pública y la participación democrática. Fue un intento fallido, ya que una parte consistente de Sel no abandona la idea de volver a reconstruir el centro izquierda y la alianza con el PD, política que hasta ahora les ha garantizado puestos importantes en las instituciones. La derechización de Renzi, que gobierna y aspira a continuar haciéndolo, gracias al sostén de grupos centristas, y aún del mismo Berlusconi o de grupos a él ligados, ha impuesto a Sel la búsqueda de alianzas a la izquierda.

El resultado electoral de la izquierda ha sido por debajo de las expectativas. Como decíamos no todo Sel está por la ruptura con el PD ya que en Milán y Cagliari se alió con el partido de Renzi, y en otros lugares como en Roma se presentó  en solitario porque no tenía otra alternativa y porque allí intervino directamente Fassina, más decidido a una política independiente. Sel vive a la sombra del PD y aspira a una política reformista e institucional-clientelar que le permita la subsistencia junto a la casta política. Refundación Comunista, desde hace años en oposición abierta a los democráticos,  tarda en traducir en programa, política, funcionamiento y nueva dirección, algunas propuestas e intenciones genéricamente anticapitalistas y de ruptura, como es el caso de Nápoles.

italia-2

Nápoles, una experiencia que tuvo su punto de partida cinco años atrás cuando una corriente de izquierda importante fue desplazada, durante las primarias del centro – izquierda, por la derecha del PD en alianza con la criminalidad organizada. La izquierda, con Refundación Comunista, listas cívicas, una base importante del PD lanzó su propia participación sosteniendo al joven magistrado, De Magistris. Este frente consiguió vencer a la derecha y a la alianza PD-Sel de entonces, dando lugar a una experiencia de gobierno participativo que, a pesar de los vínculos y la guerra que el gobierno central y Renzi le han lanzado, estableció medidas importantes. La municipalización de la distribución del agua (es el primero, entre pocas administraciones, que han aplicado el resultado del referéndum popular al respecto), la contratación  de maestros para garantizar el funcionamiento de asilos públicos, inversiones desobedeciendo los límites de presupuesto establecidos por la  UE, el rechazo a la privatización y el sostén a los espacios ocupados, formas de balance participativo, y otras medidas que la han caracterizado como “comuna rebelde”.

Es el único gobierno municipal que ha expresado toda su solidaridad con el gobierno venezolano de Maduro, contra las provocaciones de los EEUU y en favor de las víctimas de las guarimbas. Hoy nuevamente en las elecciones, ha influido toda esa rica experiencia: toda la izquierda lo sostiene (tambien Sel), los centros sociales, los sindicatos de base, los movimientos por la casa y otros. El “sindaco de strada” vuelve a ganar ampliamente, estableciendo las bases de una experiencia para extender en el país. En Nápoles, y en esta situación, ni el PD ni M5ST obtienen resultados importantes: el desafío fue entre el frente de izquierda (62%) y la derecha (38%).

Las recientes elecciones administrativas no han delineado una alternativa de izquierda frente a la prolongación de la crisis capitalista. Salvo el caso de Nápoles y algunos resultados positivos, en Boloña (9%), o en otras ciudades (Roma, Turín) en donde después de 20 años han sido elegidos concejales de la izquierda sin haber participado en alianza con el PD, las fuerzas progresistas no han sido capaces de recoger una rabia social que, en parte, ha sumado sus votos al movimiento de Grillo. De todas maneras un dato cierto, como en el caso del Brexit, resulta difícil para democráticos y centro derechas llevar adelante una política de total obediencia a los parámetros y dictámenes de la troika europea. Imposible disfrazar detrás de dádivas, como los 80 euros de ahorro fiscal (primero a los trabajadores activos, ahora a jubilados) medidas reaccionarias como jobs act, recortes a salarios y pensiones, privatizaciones y rescates de bancos. La geografía del voto administrativo condena el gobierno del charlatán florentino: el PD triunfa en los barrios ricos y exclusivos, cae verticalmente en las periferias y los barrios obreros.

Las experiencias sociales de las grandes ciudades, luchas por la vivienda y en defensa de la escuela pública, por la creación de espacios sociales abiertos a los jóvenes, a la cultura popular, contra la precariedad laboral en la cooperativas de servicios o en la misma estructura publica, el desarrollo de formas avanzadas de relaciones con las comunidades extranjeras,  todas ellas deben confluir en un movimiento político de transformación social, de amplia participación ciudadana. Un importante frente de izquierda y de organizaciones sociales, de los sindicatos y de los movimientos okupas  para enfrentar con fuerza la política que se determina en Bruselas, por un plan de inversiones que sostenga un programa público, con el predominio del Estado y las instituciones democráticas locales (municipalidades, regiones y provincias) bajo el control de trabajadores y usuarios.

Es solo de ese modo que se pueden establecer condiciones dignas de transporte, de vida, de trabajo y de relaciones, es de ese modo que se puede construir una alternativa a la guerra entre los pobres, en la que la solución a “tu” problema no pase por golpear a quien es más débil: emigrado, desocupado, precario o mujer. La construcción de una respuesta masiva de “NO” al referéndum que promueve Renzi es importante, un “NO” de izquierda; que se diferencie netamente del que quiere expresar la derecha, de Salvini a Berlusconi, de Meloni a Berdini. Nápoles es importante, también  Roma y Turín, en donde el M5ST no podrá presentar soluciones de puro maquillaje como en Parma y Catania, En Turín, por la tradición y el peso de la clase obrera y, en Roma, por el peso de los conflictos sociales típicos de las grandes metrópolis.

Hay que hacer saltar el “pacto de estabilidad” que impone la subordinación de los gobiernos locales a las directivas “europeas” (en realidad, de clase) y enfrentar la política de chantaje permanente del gobierno central: una desvergonzada alta representante, la Boschi, declara en campaña, “..si gana el M5ST en Turín, deberíamos recortarles las transferencias de partidas presupuestarias…” No hay salida administrativa o simplemente de mejor gestión, la salida es anticapitalista, contra las políticas de la UE  que ahogaron a Grecia. Impulsar  el desarrollo de programas económicos y sociales que respondan a las necesidades de las masas y basados en la máxima participación democrática.

NOTA APARTE

EL RESULTADO DE “CINCO ESTRELLAS”

El crecimiento del movimiento “Cinco Estrellas”, no es homogéneo: obtiene solo dos resultados importantes en  grandes ciudades. En Roma, donde aprovecha de la crisis de credibilidad del PD y de la división de la derecha: y en Turín, donde el sostén de la derecha a la candidata grillina, en el segundo turno, consigue superar aún un buen resultado del PD. Se trata de un movimiento, guiado por el cómico Pepe Grillo, con un funcionamiento basado en internet y coordinados desde una web privada, la del grupo Casaleggio Asociados. Ningún contacto entre los inscriptos, ninguna sede en el territorio, nada de asambleas ni de vida democrática. Todas las decisiones, como la elección de diputados, concejales, alcaldes y gobernadores se han realizado a través de la red con la participación de pocos millares de inscriptos, sin que nadie pueda controlar los resultados.

La escalada, iniciada cinco años atrás, en algunas ciudades de segundo orden, algunas emblemáticas como Livorno, Parma, Catania, Civitavecchia, ha empezado a abrir grietas importantes en su seno. Su estructura ambigua (“ni de derecha, ni de izquierda”), la ausencia de un programa que lo caracterice, salvo el “respeto de la ley”, la transparencia y contra la “casta de los políticos”, ha determinado una composición ambigua en la que conviven grupos  de derecha (“expulsar los emigrados”) y algunos de izquierda que lo integran con el solo interés de derrotar el PD. En Parma y Catania se han roto, los alcaldes fueron expulsados del movimiento en un caso por incumplimiento del programa electoral, en la ciudad siciliana, en cambio, por relaciones con la mafia.

Otro elemento importante es su ambigua ubicación  europea. Originariamente se manifestaban contra la Unión y la moneda común, es por eso que después de las elecciones europeas se colocaron en la derecha del parlamento, asociándose al movimiento de Farage. Su deseo declarado de llegar al gobierno, facilitado por el sistema electoral construido por Renzi, los ha conducido a moderar su perfil europeo. Fue evidente que no han festejado, junto a Farage, el resultado del Brexit inglés. Saben bien que una política de tipo nacionalista no tendría perspectiva en Italia.

En Civitavecchia han aplicado una increíble política de privatizaciones, donde,hasta la empresa de limpieza de la ciudad paso a manos capitalistas. En Roma, a pocos días de la asunción de la nueva junta, una guerra sorda enfrenta la dirección del grupo parlamento: la derecha de Di Maio, que quieren incluir en la junta de gobierno personajes que han gobernado con la derecha (durante la alcaldía de Alemanno) , mientras Lombardi, y también Grillo, buscan acuerdos con sindicatos de base y personalidades de izquierda. De todas maneras la nueva alcaldesa gobernará bajo la vigilancia de un “directorio” articulado y, con el riesgo de pagar una multa interna de 150 mil euros, como estableció el movimiento. Virginia Raggi no puede “desobedecer” sus directivas.