EL PUEBLO NORTEAMERICANO NO HA VOTADO POR TRUMP

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales expresa una debilidad y una crisis tremenda en la dirección del imperialismo norteamericano que vive quasi una guerra civil cuando necesitaria concentrar todas sus fuerzas internas en la preparación de la guerra para la superviviencia del capitalismo mundial.

En estas elecciones, en Estados Unidos, 213 millones tenían el derecho al voto pero 92 millones no votaron. De estos 92 millones, 90 millones nunca votan. En noviembre de 2016, los «grandes electores» eligieron presidente al republicano Donald Trump. Lo hicieron con 306 delegados a favor y 232 para Hillary Clinton. Ella sacó 3 millones de votos más que Trump pero muchos menos que Obama en 2012.

Hay un rechazo muy grande contra Obama y el Partido Demócrata. En su mandato, Venezuela fue declarada un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos y Obama lo reiteró hace poco. Clinton, como portavoz del gobierno de Obama, organizó golpes de estado por todo el mundo, en Honduras, Paraguay, Brasil, instaló una guerra econômica contra Venezuela, hace maniobras golpistas para desestabilizar Ecuador y Bolívia, organizó el golpe de estado fascista de Ucrania. Con Obama y Clinton se realizaron 1124 ataques con drones contra pueblos mulsumanes, lo que es también rascismo y guerra imperial. Con Obama y Clinton se efectuaron 166 dias de bombardeos ininterrumpidos contra Libia.

El plan de salud ObamaCare no tuvo mucho alcance. Los salarios y las condiciones de vida de las masas bajan constantemente mientras se concentran las riquezas en una cúpula cada vez más reducida. Hay miles de afroamericanos muertos arbitrariamente por la policía y muchos encarcelados.
Por eso, la gente no votó por Clinton y ese rechazo benefició, dentro de las normas electorales antidemocráticas, a Trump, porque una parte importante de los sindicatos declarararon su apoyo a las medidas económicas, de inversiones internas, de recuperación del empleo.

No hubo un apoyo masivo a Trump

Hubo abstenciones de los demócratas y una ola de apoyo a Sanders que no tuvo medios de expresión. Aún en los aparatos feroces del partido Demócrata y dentro del aparato electoral, Sanders ganó declarándose ‘socialista’. Quiere decir que mucha gente quiere cambios radicales.

Como hemos visto, Trump consiguió nacionalmente 3 milliones de votos menos que Clinton. Esto transforma en farsa el ‘triunfo’ de Trump. Nadie en el mundo respeta esto.

En los ‘estados’ tradicionalmente demócratas de la región llamada ‘rust-belt’, hay grandes zonas rurales, pero hay también grandes concentraciones obreras, minas e industrias (acero, aviones, caucho, automóvil). Allí, los demócratas perdieron votos, no muchos, pero suficientes para dar la victoria final a los republicanos.

Zona del Mid-West y Norte-Este de Estados Unidos, como Michigan, Indiana, Wisconsin, Iowa, Illinois, Ohio, Pennsylvania, y otros fueron muy industriales en los años cincuenta pero están en crisis ahora. Los obreros de estas regiones son de origen europeo Sus hijos nacieron allí pero, con la crisis de 2008, se endeudaron y muchos perdieron sus casas. Como no son de los más pobres, no tienen derechos sociales. Temen la inmigración que hace bajar los salarios. En las empresas -generalmente en crisis- del ‘rust-belt’, solamente hay un 7% de sindicalización. Las nuevas industrias de ahora son: informática, biotecnologías, aeronáutica, etc.

Según Trump, la expulsión de inmigrantes (mexicanos particularmente) va a liberar puestos de trabajo, alojamientos y escuelas para los ‘americanos’. Para atraer el  voto afroamericano, Trump hizo referencias de que cada cuatro,  diez viven en la pobreza. Con promesas de reformas en contra del aborto, ganó el apoyo de los evangelistas. Culpó a Obama de que haya “dos millones de latinos en la pobreza, 14 millones  sin trabajo y 43 millones dependientes de cupones de alimentación”.

Los obreros norteamericanos, como en todo el mundo, buscan la justicia y la igualdad. No es cierto, lo que dice la prensa, que los “obreros blancos del rust-belt” votaron por Trump en contra de los inmigrantes mexicanos. El voto demócrata casi se mantuvo; entonces quienes dieron 2 millones de votos de más a Trump (comparando con 2012) son sectores republicanos de derecha y extrema derecha.

Los Estados del ‘rust-belt’ han sido claves en la victoria de Trump. En 2012, todos votaron a Obama.  En estos Estados, los agricultores son pobres, aparte de terratenientes con plantaciones de arroz y algodón. La gran producción industrial y agro-industrial moderna de ahora no emplea mucha gente. Después del colegio, los hijos van a vivir a otras partes del país. Las manufacturas no resisten la concurrencia de la globalización. Es aquí que Trump hizo campaña contra China y su supuesto ‘dumping’ con el acero. Entre 2008 y 2011, Chrysler cerró unas 14 fábricas (una en Michigan). En las empresas que quedan, los salarios bajan cada año.

Sanders y la abstención en el rust-belt

Sin embargo, ¡es también en este mismo ‘rust-belt’ que Sanders ganó casi todas las primarias en  2016! Allí y otras partes hubo una ola de apoyo para Bernie Sanders, particularmente en las ciudades. Sanders quiere un programa de reconstrucción, renovación de infraestructuras y carreteras en ruinas y de inversiones con fondos de los gastos militares.

Es en el ‘rust-belt’ que Sanders obtuvo el apoyo más grande de todo el país. Nacionalmente, ganó las primarias en 23 Estados (sobre los 50 que hay), y en casi todos los Estados del ‘rust-belt’. Nacionalmente, 19 millones votaron por él en las primarias.

Es en el rust-belt donde Hillary Clinton perdió votos. Como Sanders decidió retirarse después de las primarias, es probable que Clinton perdiera una parte de ese apoyo. ¡No hay razón para pensar que fuera para Trump!

En el Estado de Michigan hay mucha pobreza,  empleo precario y bajos salarios. En las primarias, Sanders ganó el 23% del voto,  más que Clinton misma. En las primarias del lado republicano, Trump había recogido solo 27% – mostrando el apoyo comparativamente alto por Sanders. Muestra un gran debilitamiento del aparato anti-Sanders del Partido Demócrata. En las elecciones de noviembre – donde Sanders se había retirado a favor de Clinton – Clinton perdió contra Trump sólo por 10.704 votos. No es mucho, considerando que los Verdes sacaron 51.463. Lo importante es que Clinton perdió 95.730 de los votos ‘Obama’ de 2012. ¡Pérdida considerable! Casi una tercera parte.

En Michigan, la pequeña superioridad de Trump fue suficiente para que ganara el ‘estado’. En este sistema electoral, el partido que gana más en un ‘estado’ gana todos los ‘electores’ de ese ‘estado’. No hay proporcionalidad. Al mismo tiempo, los resultados muestran que un simple frente con los Verdes hubiera sido más que suficiente para derrotar a Trump. Otro factor de derrota demócrata fue también la guerra del aparato demócrata contra Sanders. Es gracias a Wikileaks que se sabe ahora detalles sobre esto. Explicar algo de la virulencia de la disputa dentro de los servicios de espionaje y un supuesto papel de Rusia.
En Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, la mayoría para Trump nunca fue más que 1%.

En Ohio y Iowa (estados del rust-belt donde Obama ganó en 2012), Trump logró entre 8 y 9% más que Hillay Clinton. Allí, los resultados muestran abstenciones considerables del lado demócrata, pero los Verdes, Libertarians y otros ganaron hasta 5.3% en cada ‘estado’. Allí, el voto a otros candidatos  muestra que Trump ganó las elecciones con un margen del  3 y 4%. Puede ser que algunos votos demócratas pasaron a Trump  pero, aun así, no representan una gran oscilación ‘obrera’ hacia Trump. Además, es muy probable que una parte del voto Sanders se abstuviera.

El programa de Sanders

Sanders declara que es ‘socialista’. Su programa es socialdemocráta, como el de Corbyn en Inglaterra , quien también habla abiertamente de socialismo. La propuesta de Sanders es aumentar los impuestos a los ricos y controlar a las multinacionales. Y, con esto, construir infraestructuras, casas, escuelas, hospitales, crear ‘buenos trabajos’ y servicios públicos y tener una política humanitaria hacia los inmigrantes. Sanders ha publicado planes llamados ‘Rebuild America’. Su documento: ‘Workplace Democracy’ pide más derechos obreros y sindicales. Denuncia la “oligarquía [actual] con poderes tan ilimitados que pueden comprar a los candidatos y a los presidentes”. Sanders se pronuncio contra las guerras.

El Partido Comunista de Estados Unidos hizo propuestas para incluir a los sindicatos y al movimiento Sanders. Lo que falta, por parte de los comunistas, es un programa antimperialista sobre el cual construir ese frente único. Ni los Comunistas ni Sanders, hacen  proposiciones orgánicas y antimperialistas dentro de Estados Unidos o fuera, aun declarandose contra las guerras.

En Venezuela por ejemplo, hay experiencias muy importantes de órganos de control obrero y de producción, además de formas colectivas de producción. Planteamos a los camaradas de la izquierda en norteamericana que se relacionen en forma consecuente  con la Revolución Bolivariana en Venezuela; que lo hagan con los sindicatos y las direcciones socialistas y nacionalistas-revolucionarias en los países de America Latina. Esto va a dar confianza al movimiento Sanders. Va a elevar la capacidad de la clase obrera de Estados Unidos.

El movimiento Sanders, las izquierdas sindicales, los jóvenes, los estudiantes, el Partido Comunista y muchas otras organizaciones anti-guerras y anti-imperialistas tienen la oportunidad de discutir el socialismo, particularmente con los sectores abstencionistas. Ya es parcialmente lo que hace Sanders.

Los comunistas y los socialistas de Sanders pueden hacer frente único con losVerdes y otros. Así no dependen tanto de los juegos electorales. Si además de esto, se presentan al resto del mundo con un programa antimperialista, pueden ayudar a la unificación de los pueblos internacionalmente.

Los apoyos a Sanders vienen tambien y en parte importante de los movimientos antiguerra en EEUU: Movimientos como «Hands off Siria», «los Veteranos de las guerras», el movimiento americano contra la OTAN entre otros. Parte de estos frentes debe ser el rechazo a todas las guerras llevadas en el mundo por los dirigentes de EEUU. Trump no va a llevar una politica de paz en el mundo. Aun si aparenta buscar «la paz» con la Rusia, es una demagogia, mientras por otro lado afirma su voluntad de aumentar los gastos militares, de seguir la doctrina Monroe hacia America Latina, se muestra abiertamente belicoso frente a China

El pueblo no ha votado para Trump! Rechaza!

La consigna principal de Trump es de poner ‘America First’ y ‘To make America Great Again’. Tales consignas atraen las derechas de los Republicanos y pequeñas cúpulas en los Demócratas. Lo que falto a la clase obrera norte americana fue dirección política segura, y frente de las fuerzas de izquierda.
Las manifestaciones en las calles contra Trump (8-11 de noviembre) forman parte de la necesidad de elevar el debate político, y de organizar la izquierda nacionalmente. Con Trump, nuevas fronteras entre países van a hacer subir los precios; van a aumentar los prejuicios sociales, los choques civiles y las guerras. Trump quiere defender su política con medidas fascistas, como el muro con Mejico, pero 66 millones de votos para Clinton plus los 90 millones que nunca votan, no han votado para Trump; y son casi la mitad de la población total de 324 millones.

Trump no esta contra las guerras sino contra las guerras «perdidas»

Trump culpo a Obama y Clinton por “la humillación de guerras perdidas” (Libia, Siria, etc). Condeno el acuerdo nuclear de Obama con Irán. Acuso Clinton, y aun el FBI, de no haber protegido los intereses Norte Americanos en Libia. A partir de ahora, dice Trump, “vamos a poner América Primero”. El no esta contra la guerra, sino contra “las guerras perdidas”. A Trump, no le gustan las mentiras: con la instalación de la embajada N. Americana en Jerusalén, el va a decir la verdad que el ‘establishment’ esconda: Palestina no tiene derecho de existir.

El capitalismo esta sobrepasado por la globalización que inicio. Con ‘America First’, un presidente como Trump complica los preparativos del imperialismo en la guerra mundial que prepara.
Tras de su fachada de inconstancia, Trump expresa las divisiones y el temor en la burguesía norte americana. Al mismo tiempo, utiliza esta fachada para crear contradicciones, dividir a la gente y esconder los preparativos capitalistas de repression y de guerra.

Pero lo que surge mas claro es hasta qué punto el sistema capitalista se esta comiendo a si mismo (como lo planteaba J. Posadas ya en los anos 1970). Despues del 11 de setiembre 2001 este proceso de disgregacion se ha acelerado mas y mas. Con la guerra de Afganistan, los yanquis y todo el campo capitalista se lanzo a querer aprovechar del desconcierto provocado por el desmantelamiento de la URSS, pero ahora todas las fuerzas que quedan de la Union Sovietica dentro de la Rusia actual se rerorganizan y van adelante, encontrando el frente con la China y defendiando a Siria, avanzando con Venezuela, Cuba.

Y en este panorama sale un Trump a plantear que la Otan es obsoleta en vez de unificar el mundo capitalista contra la embatida de los pueblos. Pero al mismo tiempo lanza todo un plan de guerra contra China. Con eso, Trump se imagina quizas poder romper el frente Rusia-China, pero no es porque quiere terminar con las guerras.

15/01/2017