30 días que han sacudido a Francia

Los acontecimientos en Francia de noviembre han sacudido profundamente al país: los atentados de Saint-Denis y Paris seguidos por el voto casi unánime de los diputados a favor del Estado de emergencia, la realización de la Conferencia sobre el Clima con la presencia, bajo una gran vigilancia policial, de representantes de 195 Estados y las elecciones regionales cuyos resultados han conducido a una recomposición del campo político está cuestionando el sentido de la democracia parlamentaria.

Los atentados del 13 de noviembre 2015

Los atentados terroristas del 13 de noviembre no son muy diferentes de los de enero de 2015 contra Charlie Hebdo, son hechos por terroristas franceses pertenecientes, posiblemente, a los mismos grupos. Han creado un caos creciente y acentuado el sentimiento de inseguridad en la población.
Francois Hollande, con su discurso planteando que «los atentados son actos de guerra cometidos en Francia», se propone reunir a todos los grupos políticos, de izquierda y derecha, en una unión nacional contra el terrorismo, jugando con los temores y las emociones de la gente. Con eso, intenta hacer olvidar que Francia lleva la guerra desde hace años, en muchos frentes, de Siria hasta Irak, Libia, Mali y otros países africanos, que el gobierno francés sostiene los llamados «rebeldes moderados», es decir Al Qaeda en Siria, y vende armas a las monarquías del Golfo que terminan en manos de Daech.
Por un lado, estos atentados son la consecuencia de la política de guerra llevada por el gobierno francés y sus aliados de la OTAN en Medio Oriente y, por otro, el resultado de la exasperación del capitalismo ante la intervención militar de Rusia en el conflicto sirio que cambió radicalmente las relaciones de fuerzas en la región y les hace imposible seguir con la política de destrucción de Siria y de liquidación del gobierno de Bachar Al Asad.
Estos nuevos atentados han provocado una violencia creciente del gobierno francés, mostrando así que su única respuesta es de hacer más guerras y de imponer un terrorismo de Estado, atacando las libertades en nombre de la defensa de la democracia. El Estado de emergencia se establece por tres meses sin el menor debate público. Francois Hollande utiliza los mismos argumentos que los de Bush cuando los atentados del 11.9.2001 en Estados Unidos para instaurar el Patriot Act.
El Estado de emergencia en Francia significa la suspensión de los derechos constitucionales y de las libertades públicas. Ofrece poderes exorbitantes a la policía y al ejército y descarta las instituciones judiciales. La policía podrá hacer pesquisas administrativas, sin mandato de un juez en base a «sospechas de terrorismo», sin ninguna prueba, hacer interpelaciones, detención en su residencia de todo ciudadano expresando opiniones opuestas a la política de este gobierno.
Este Estado de urgencia fue votado por unanimidad por los parlamentarios franceses, menos 6. Eso pone en evidencia las contradicciones de los partidos de izquierda que hacen declaraciones de protestas y por su voto justifican las medidas del gobierno de restricciones de los derechos democráticos. Cómo van a poder llevar la pelea contra la reforma de la Constitución, incluyendo el Estado de emergencia en sus artículos como «un régimen civil de crisis para actuar contra el terrorismo de guerra», o contra la introducción en la Constitución de reglas permitiendo la pérdida de nacionalidad para los bi-nacionales nacidos en Francia ?

La Conferencia Internacional del Clima

En este ambiente, se realizó la Conferencia Internacional sobre el Clima: una alta protección policial de los representantes de los 195 países de la ONU y un Estado de emergencia que significó la prohibición de todas las manifestaciones y movilizaciones. Muchos movimientos sociales y militantes fueron puestos bajo control policial y retención preventiva.
A pesar de estas intimidaciones, la Coalición Clima y varios movimientos ciudadanos han encontrado mil formas alternativas para movilizarse igualmente en todo el país, haciendo una inmensa cadena humana en todo el recorrido de los atentados con la consigna «¡Emergencia Climática!», han llenado la Plaza de la República con miles de zapatos como un símbolo de contestación a la prohibición de caminar.
Son centenares de miles que, durante todos los días de la Conferencia, han manifestado y han rechazado el Estado de emergencia. También han protestado masivamente contra la actitud del gobierno, de ofrecer enormes espacios de representación y protección policial a las grandes empresas capitalistas que solamente ven en la lucha contra el cambio climático nuevas oportunidades económicas y financieras para aumentar sus ganancias.
A pesar de las auto-congratulaciones del gobierno francés sobre los éxitos de esta Conferencia y sobre el acuerdo alcanzado, las resoluciones adoptadas estuvieron muy por debajo de los objetivos anunciados. Y, sobre todo, no se ha planteado para nada el peso preponderante de las guerras, de la industria militar en el cambio climático, ni la responsabilidad de los sectores económicos como el transporte aéreo, automotriz, la energía nuclear.

Las elecciones regionales del 6 y 13 diciembre

En esta situación política, las elecciones regionales han adquirido un significado particular. Han puesto en evidencia la crisis profunda de los partidos políticos de izquierda.
En el primer turno de las elecciones, el FN (Frente Nacional) se puso a la cabeza de 6 regiones sobre 13, en varias regiones subió sus votos en forma importante, hubo una abstención de mas de 50%. Frente a eso, el ministro Valls hizo un llamado al Frente republicano para hacer obstáculo al FN y la dirección del Partido Socialista decidió unilateralmente dejar de lado a sus candidatos en el segundo turno en las regiones donde el PS estaba en la tercera posición.
Eso ha creado una gran perturbación entre los militantes: retirarse significaba dejar el terreno político a la derecha y extrema derecha y hacer callar toda oposición y posibilidad para la izquierda de crear una dinámica de unión capaz de atraer a los abstencionistas. En la región de Alsacia-Lorena la rebelión de la militancia socialista fue tal que los dirigentes del PS decidieron no retirarse, a pesar de estar en tercera posición, y de hacer una alianza con el conjunto de la izquierda para llevar una oposición determinada en la Asamblea regional.
La gran movilización por parte del electorado abstencionista en el segundo turno impidió al Frente Nacional  llegar a los gobiernos regionales en ningun sitio. Pero, por primera vez, el FN ganó un gran número de diputados regionales. El Partido Socialista ha perdido una región importante: l’Ile de France. Se ha mantenido en el gobierno regional sólol en 5 regiones sobre 13. En las regiones donde el PS se ha retirado, la izquierda se queda sin ningún representante en los consejos regionales y pierde así toda posibilidad de contestación frente a la derecha y la extrema derecha.
Francois Hollande no cumplió ninguna de sus promesas, la dirección está llevando una política suicida y las disensiones crecen adentro del PS. El gobierno no da respuesta a ningún problema planteado por la urgencia social: hay una explosión de las desigualdades, particularmente en los barrios populares.
Mientras se hace declaraciones para luchar contra la «radicalización» de los jóvenes en los barrios, hay un crecimiento importante de la desocupación, una reducción de las subvenciones del Estado a las colectividades que conducen al abandono de las estructuras asociativas, los centros sociales, las casas de juventud y de la cultura, los educadores de calle.
En estas elecciones, el Frente de Izquierda (Front de Gauche) ha perdido una parte importante de sus electores. Hay que hacer un balance crítico de la política llevada hasta ahora. El cuestionamiento de los aparatos y de la política parlamentaria y electoralista está a la orden del día. No se puede seguir pensando solamente en los próximos plazos electorales. Una victoria de la izquierda se puede concebir solamente en función de una ruptura de las instituciones creadas por el capitalismo. Es necesario llevar un profundo debate democrático en el seno de todas las componentes de la izquierda, entre otros sobre por qué todos los partidos de izquierda han aprobado el Estado de emergencia sin la menor discusión entre los militantes.
Es necesario, también, terminar con todas esta guerras llevadas por el gobierno socialista. Volver a más democracia, a la defensa de los verdaderos valores de igualdad, libertad, fraternidad de la República y eso significa responder inmediatamente a las emergencias sociales, luchar contra las medidas de austeridad que traen más discriminaciones y desigualdades.

3.1.2016