La crisis de la OTAN en el golpe de estado
En Turquía, el 15 de julio, pocos días después de terminar la cumbre de la Nato en Varsovia, una parte del ejército turco se levantó contra el gobierno de Erdogán. ¿Cómo pudo suceder?
Es difícil buscar el origen en las dinámicas políticas internas de Turquía. Creemos que la explicación se encuentra en una combinación de factores, que van más allá de la voluntad del gobierno y del ejército turco, y que están en relación con el conflicto en el cual Turquía fue arrastrada en Siria, siguiendo los planes e intereses geoestratégicos del imperialismo yanqui, y que no trajo más que dificultades para el país.
No hay que olvidar que años atrás, la política de Erdogán era de: » cero conflicto con los vecinos» además, cuando los EEUU llevaron una campaña para imponer sanciones a Irán con el pretexto que el programa nuclear iraní era de carácter militar, Erdogán y Lula, presidente de Brasil, proponiéndose como mediadores, presentaron un proyecto de acuerdo basado en una serie de controles que excluía la posibilidad de desarrollar en Irán las tecnologías nucleares para el uso militar. La mediación que fue aprobada por todos los gobiernos involucrados en dichas tratativas, menos por el gobierno de los EUU. Además en 2010 patrocino la flotilla de la nave «Mavi Marmara» que llevaba una carga humanitaria de solidaridad con Palestina.
Con la ocupación de Siria por parte de ejércitos mercenarios, disfrazados de oposición armada, creados, entrenados y alimentados por el imperialismo yanqui, todos los regímenes vasallos en la región, e Israel como socio menor, fueron involucrados en el conflicto, Arabia Saudita, Jordania, Líbano, Qatar, y lógicamente Turquía. Cada uno de estos países, se vio obligado a sacrificar parte de su estabilidad interna y de sus intereses en apoyo a los intereses del imperialismo yanqui.
No se puede negar que la parte más importante, por el esfuerzo y los recursos del país empleados, le correspondió a Turquía. El conflicto endémico con los kurdos, se transformó de enfrentamiento político y socio/cultural a conflicto militar, con choques armados con el empleo del ejército, situación que de no mediar una solución política, arriesga en eternizarse. A este conflicto interno, que degeneró en guerra civil, se vino a sumar al conflicto en Siria, el enfrentamiento con Irán y Rusia. La guerra en Siria, con su secuela de desplazados sumó un nuevo problema con los países de la UE, incapaces de encontrar una solución aunque sea transitoria. Ciertamente, no se puede pensar que esto obedezca coherentemente a las ambiciones de potencia regional de Turquía que al permitir tal aventura dejo que EEUU condicionara el modo de gobernar el país, alterándole los planes en el conflicto interno con los kurdos. Con el falso pretexto de combatir el terrorismo, le desbarató las relaciones políticas y comerciales con Rusia, a tal punto, que impidió la construcción del gasoducto Turkstrim, hasta llegar al límite de derribar el avión bombardero Sukoi ruso, y de poner su territorio al servicio de bandas de mercenarios, que de musulmanes tienen solo el disfraz.
Los EEUU no se conformaron con utilizar el territorio turco, pretendieron también que fuera un títere dócil y sumiso, garantías que Erdogán, según los yanquis no ofrecía, dado que el país teniendo costas en el mar Negro, y estando la OTAN comprometida en Ucrania, los EEUU necesitan que Turquía sea gobernada en función de estas exigencias sin interferencias.
El golpe fue realizado y planificado desde la base Nato de Incirlik, base que custodia un centenar de bombas atómicas, que los EEUU no podrían permitir que cayesen en otras manos.
Es en este marco que se encuadra el golpe de estado en Turquía. No se trata de que una parte de la burguesía turca, en contradicción con otra tendencia, imponga su voluntad sirviéndose del ejército. No, nada de eso, es un golpe de la OTAN, para allanarse el camino en un terreno ya muy difícil, por la intervención de Rusia en coordinación con el gobierno sirio que le lleva la delantera.
Por un elemental deber de lealtad, los EEUU tendrían que haber asistido al gobierno turco, e impedir la desestabilización, impidiendo un golpe de estado. En cambio, se comportó con la máxima torpeza, primero negando el hecho, luego defendiendo a Gulen, demostrando con esta actitud, toda su debilidad. Pero los hechos son como lo denunció Erdogán.
Erdogán no se limitó a denunciar al imperialismo, además, para su bien o para su mal, llamo las masas a intervenir y no abandonar las calles. El enfrentamiento con los golpistas, que duró tres horas y se saldó con trecientos muertos y dos mil heridos, muestra de que el movimiento tiene una gran profundidad, ya que en las manifestaciones los seguidores de Erdogán no se pelearon con los opositores, sino que denunciaron y acusaron al imperialismo yanqui. La marcha de manifestantes que se dirigió a la base de Incirlik con la exigencia de su cierre, fue detenida por la policía turca. La participación de las masas cambia la calidad del enfrentamiento político en Turquía y avisa de un nuevo proceso ya que posiblemente Erdogán puede sentir la necesidad de volver atrás y reconstruir sus relaciones con el imperialismo. Pero las masas al intervenir van a condicionar enormemente la política del país, la exigencia de los manifestantes de echar a los yanquis que consideran contrarios a los intereses turcos, tendrá que ser tomada muy en cuenta por cualquier gobierno que suceda en el futuro al actual.
Los políticos europeos se comportaron torpemente y en el momento que Erdogán no puede contar con los EEUU y se encuentra a la merced de su pueblo movilizado, reconstruyendo con dificultades sus relaciones con Rusia, la burguesía europea lo aísla, dejándole en la manga el as de la inmigración.
Una semana después de la cumbre de Varsovia, donde la OTAN aprobó sus proyectos de dominación mundial y donde asumió también ser el eje de la dirección política de todo el sistema capitalista, se comienza a resquebrajar, y nada menos que en el frente Turquía!
04/08/16