La caída de Rajoy ha sido producto de una serie de factores que fueron disgregando al Partido Popular y donde la corrupción fue la expresión del debilitamiento y la crisis de la derecha. Pero, el elemento fundamental que ha determinado este cambio ha sido la constante y permanente intervención de las masas.
La moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al gobierno y el frente de partidos de la izquierda y de sectores nacionalistas fué expresión de un descontento popular y una rebelión de amplios sectores de la sociedad que precipitaron la descomposición del Partido Popular.
Las políticas de recortes de Rajoy tuvieron respuesta en grandes movilizaciones que rechazaron las medidas antisociales en educación, sanidad, pensiones y derechos laborales , sociales y de libertad de expresión.
La irrupción de la Marea Pensionista, que se venía gestando hace seis años, sacó a la calle a decenas de miles de jubilados indignados con la política del gobierno de congelar las pensiones y ofrecer este año un aumento de 0,25% cuando el coste de la vida ha subido por encima del 2 %. Ya las pensiones, por sí mismas, no cubren las necesidades de una gran parte de los pensionistas que tienen que malvivir con menos de 600 euros al mes. Las grandes capitales y especialmente Bilbao fueron un ejemplo de la extensión de la lucha pues comenzaron con concentraciones de cientos de pensionistas y llegaron a ser decenas de miles. ¿Cómo el Partido Nacionalista Vasco con esta situación social no iba a votar la moción de censura?
Este clima de rebelión tuvo su punto álgido en la huelga de mujeres y las grandes movilizaciones en todo el país el 8 de marzo, en defensa de la igualdad de derechos y contra el capitalismo y el patriarcado. Ésta ha sido una huelga de clase que se expresó mundialmente con las grandes manifestaciones en Estados Unidos y América Latina.
Esta situación de doble poder está instalada en la sociedad y las mujeres están enfrentando permanentemente todas las formas de violencia de género que son parte del funcionamiento del sistema capitalista y que estimula con sus políticas permisivas desde la justicia y los aparatos represivos.
Esta violencia del sistema se manifiesta más crudamente con los sectores más vulnerables: las mujeres y los inmigrantes. La lucha de los inmigrantes por ser reconocidos como ciudadanos de pleno derecho: tener regularizada su situación que le permita acceso al trabajo, a la sanidad, vivienda, educación los ha llevado a encerrarse en defensa de sus reivindicaciones en diferentes ciudades de Cataluña.
Estos encierros han contado con el apoyo de sindicatos y organizaciones sociales. Ya llevan dos meses encerrados, funcionando en asamblea, realizando charlas y todo tipo de actividades y han tenido tal repercusión social que el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Barcelona tuvieron que visitarlos, oir sus peticiones y comprometerse a tomar medidas, dentro de sus competencias, para responder a sus reivindicaciones.
Estos fueron los principales ejes a través de los cuales se organizó la movilización social pero hubo múltiples conflictos producto de los recortes y la reforma laboral que llevó a una gran precariedad, bajos salarios y deterioro en las condiciones de vida y conquistas de los trabajadores.
Las movilizaciones en hostelería, de los repartidores de comida a domicilio, Amazon, HyM, el acero de Cádiz, los estibadores, la lucha de los trabajadores de empresas cárnicas gran parte inmigrantes que sufren condiciones de extrema explotación, los taxistas resistiendo la liberalización del sector con la entrada de multinacionales, y tantos conflictos más contribuyeron a profundizar el clima de confrontación social que no se extendió a grandes empresas por la política conciliadora de los sindicatos mayoritarios.
El gobierno del Partido Socialista nace con debilidad porque no tiene un gran apoyo parlamentario y se verá obligado a negociar con los sectores nacionalistas burgueses algunas medidas importantes. Plantea no derogar la Reforma Laboral aunque sí modificar algunos aspectos que han producido la situación actual.
Una de las primeras decisiones es volver a implantar la sanidad universal para toda la población, incluso para los indocumentados, que el Partido Popular había eliminado. Dotará de medios a la ley de Memoria Histórica y plantea retirar los restos de Franco de El Valle de los Caídos, monumento construido por los presos republicanos y erigido como exaltación al franquismo. Ha cambiado la política de inmigración con un gesto al recibir al barco de inmigrantes rechazado por Italia en la ciudad de Valencia.
La instalación de un nuevo gobierno en Cataluña permitió el levantamiento del artículo 155 de la Constitución por el que se intervino la autonomía catalana impidiendo disponer de los fondos públicos. Todos estos cambios favorecen a una distención y plantea una posibilidad de acuerdo entre ambos gobiernos. El acercamiento de los presos independentistas que están en cárceles de Madrid, como está dispuesto Pedro Sánchez a llevar adelante, es un elemento importante a tener en cuenta para facilitar, aún más, el diálogo.
El papel de Podemos ha sido importante para impulsar la moción de censura y abrir una nueva etapa en España. La dirección de Pablo Iglesias propuso al PSOE eliminar los vetos que el gobierno de Rajoy había impuesto a iniciativas legislativas sociales propuestas por Podemos propicia una hoja de ruta en común que pasa por los siguientes puntos: blindaje de la subida de pensiones, igualación de los permisos de maternidad y paternidad, el cumplimiento del Pacto de Estado contra la violencia machista, la recuperación del dinero del rescate bancario, la derogación de la ley Mordaza que ha llevado a la cárcel a muchos luchadores sindicales, raperos, etc., la subida del salario mínimo interprofesional a mil euros y el cierre de los Centros de Internamientos para inmigrantes.
Otros de los aspectos más candentes es la reforma de la ley de Arrendamientos Urbanos que bajó la duración de los contratos de alquiler a tres años en perjuicio de los sectores con menos recursos. Esta ley sumada a la crisis y a la burbuja inmobiliaria de los alquileres ha conducido a que aumentaran el número de desahucios con sus graves consecuencias sociales. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha salido en defensa de los inquilinos que se han organizado como un nuevo movimiento social.
Están las condiciones para avanzar y tomar medidas más de fondo pero es necesario que esta confluencia de la izquierda tenga una estructura programática que se dé como objetivo la transformación social. Pero, para esta nueva etapa el Partido Socialista tiene que desprenderse de los sectores del aparato que vienen de la época de Felipe González y que tienen una concepción neoliberal de la economía.
Las declaraciones de Sánchez destacando la importancia del acuerdo entre Podemos y el PSOE para impulsar un proceso de cambios muestra la existencia ya de una corriente de izquierda consolidada dentro de los socialistas y es un enfrentamiento a los viejos dirigentes del Partido.
Este proceso ha significado un cambio en la relación de fuerzas en el país muy importante y es parte de las luchas que las masas están dando en América Latina resistiendo los planes del imperialismo y la gran contestación dentro de Estados Unidos a la política de Trump por parte de una gran mayoría de la población.