Saludamos al presidente Nicolás Maduro por la elección de Venezuela como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. El comandante Hugo Chávez había luchado desde 2006 para entrar en este organismo con el sentido de favorecer una más grande representatividad por la construcción de un mundo multipolar, para mantener paz y seguridad en el mundo. Ahora los 181 votos que tuvo el Venezuela, contra la opinión de los Estados Unidos que contestaban su entrada por su defensa de valores y principios internacionales opuestos a los suyos, muestran que una nueva relación de fuerza esta en marcha en el mundo.
En ella los países de América Latina como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay, Argentina, Chile, y Brasil con la reelección reciente de Dilma Rousseff a la presidencia del país, tienen un papel esencial en el avance del proceso revolucionario y en la necesidad de construir un mundo solidario que actúa para romper con las leyes capitalistas.
En la situación muy difícil que vive el Venezuela en su guerra contra las fuerzas contrarrevolucionarias del país, sostenidas por los países imperialistas de la zona y los Estados Unidos, que utilizan métodos fascistas para matar al pueblo venezolano y que son capaces de asesinar miembros elegidos por ello como el diputado Robert Serra, esta victoria muestra también que la revolución bolivariana alarga sus apoyos y disminuye su aislamiento en el mundo.
Venezuela tiene un peso importante para alentar a las fuerzas de la revolución mundial, con su determinación anticapitalista y antiimperialista, con sus posiciones internacionalistas de apoyo a Cuba, Palestina, Siria, Irán, con su solidaridad con todos los pueblos del mundo que quieren salir de la opresión capitalista y actúan para el progreso humano, con todo su trabajo frente a los procesos de integración de los pueblos como el Alba, Petrocaribe, Unasur, Celac y los Brics.
Saludamos también al presidente Nicolás Maduro por su voluntad de dar un salto a la revolución en su país, tomando firmemente los aspectos más necesarios en la construcción de una sociedad socialista, como el partido y su rol en esta tarea y los órganos del poder popular.
Esta voluntad fue afirmada en el III congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela con la necesidad de su transformación profunda para conducir el proceso revolucionario en su transición al socialismo. Eso es una tarea fundamental que pasa por una lucha interna en todos los niveles políticos. El partido tiene que elevar su intervención con el seguro de un apoyo político entero de sus miembros para transformar el Estado, tiene que combatir todos los aspectos burgueses, de corrupción, de burocracia, de freno a los cambios y de traba a la voluntad de las masas en su expresión organizativa.
Nicolás Maduro asuma con estos objetivos a la presidencia del PSUV una tarea muy grande, con la conciencia de enfrentarse a la realidad, de elevar la calidad política del partido en su rol como instrumento de organización de las fuerzas revolucionarias que concentra todo su empeño en la realización de una nueva sociedad socialista. Y por eso este partido tiene que apoyar y compartir todas las iniciativas del pueblo en esta nueva etapa histórica de la revolución.
Saludamos esta audacia que muestra la dirección bolivariana, en este periodo de guerra muy intensa llevada por las fuerzas reaccionarias y fascistas dentro del país. Apoyamos lo que plantea el presidente cuando habla de “revolución política que tiene que transformar todas las estructuras y lo que queda del poder burgués en un Estado democrático, en manos del pueblo, para impedir que los burócratas toman el poder, caen en la influencia de grupos económicos… real contrarrevolución que obra en silencio, ganando espacios y corrompiendo funcionarios”.
Este compromiso de Nicolás Maduro de dar todo el apoyo político al pueblo es muy importante. Se trata de elevar su capacidad y sus medios en su propia organización a través de los consejos comunales como eje fundamental para la transformación del Estado. Es el pueblo que puede asegurar el porvenir de la revolución con su participación en todos los aspectos necesarios al progreso del país, sean políticos, económicos, sociales o culturales. La reestructuración de esta participación que se concentra en la organización de las comunas, de los consejos comunales y del Estado comunal, como única vía del progreso democrático, es un motor muy poderoso para este salto político.
La construcción de las comunas es el resultado de la voluntad popular y de su resistencia al capitalismo, en la cual no se puede desarrollar ni clientelismo, ni sectarismo, ni oportunismo. Tienen una función que le da legitimidad para llevar adelante la lucha contra toda forma de especulación, de burocratización, de corrupción, Esta participación activa del pueblo en la administración de sus propios recursos es una forma muy elevada de democracia, como lo tenía en su tiempo el funcionamiento de los soviets en la Unión Soviética.
El pueblo venezolano responde de forma muy precisa a lo que necesita con la creación de empresas comunales de propiedad social en todos los sectores: salud, educación, deporte, cultura, construcción de viviendas, obras públicas. Se esta formando en las tareas de gestión y del ejercicio del poder, elevando su propio conocimiento dentro de una lucha de clases muy aguda para tratar de eliminar todo obstáculo al proceso revolucionario.
Estas medidas de organización del partido y de los organismos de la población son muy importantes para esta nueva etapa en el objetivo de dar un salto muy grande al proceso revolucionario de transición al socialismo. Pensamos que es un centro fundamental para asegurar bases estables de la transformación del Estado. Hoy es necesario plantear la unificación del partido como órgano de poder político y los organismos de masas que se están construyendo junto a la clase obrera. Hay que llevar, también, adelante la planificación de la economía, la transformación de las condiciones de abastecimiento del país, con el objetivo de alcanzar el monopolio del comercio exterior y, así, dar una mayor estabilidad a este proceso.
Venezuela está avanzando, desde hace 15 años, para su transformación en un Estado socialista. Representa para todos una experiencia viva para construir un mundo sin guerra, sin competencia, solidario, ecologista y preocupado por el porvenir del planeta. Damos todo nuestro apoyo a este pueblo valiente que sigue de pie su lucha por la dignidad y a su presidente que, a pesar de todas las dificultades, se encamina hacia la construcción de una Venezuela socialista.
Octubre 2014