GRAN BRETAÑA – La perspectiva de un Frente de Izquierda

Desde el inicio de la pandemia, Boris Johnson se preparó para abandonar a la población al Covid19, lo que llamó inmunización colectiva (de rebaño). Siguió adelante en esta línea, incluso cuando le dijeron que cientos de miles morirían; y sólo retrocedió cuando maestros, padres y médicos se movilizaron contra él. Como líder del Partido Laborista, Keir Starmer no denunció este plan criminal, sino que despidió a Rebecca Long Bailey de su gabinete en la sombra por haber apoyado a los maestros. Para ocultar su servilismo, Starmer la incriminó con una acusación falsamente construida de antisemitismo.

Ken Loach fue expulsado del Partido Laborista por el delito de “no repudiar a los laboristas ya expulsados” y atacar una supuesta “caza de brujas”. El cineasta ha rechazado con indignación la sugerencia de que podría permanecer en el Partido Laborista si repudiaba a sus camaradas corbynistas. Por parte de la dirección de Starmer, esta invitación a la traición es una muestra de la ausencia de principios morales y políticos que hay detrás de las expulsiones.  Keir Starmer no busca un proyecto diferente al relativamente socialista de J Corbyn. Simplemente no quiere ningún proyecto socialista. Si el laborismo atrajo a mucha gente al proponer un cambio socialista es porque esto es necesario.

Ken Loach y sus películas están brillando en el mundo, en Gran Bretaña y en el Partido Laborista. Defiende a los palestinos y denuncia el régimen criminal del apartheid en Israel. Con esta acción Starmer no sólo se alía con los conservadores; comparte con ellos su desprecio por las vidas de los palestinos.
 El Partido Laborista perdió unos 150.000 miembros desde que Corbyn dimitió (2020). Se trata principalmente de camaradas de izquierda y socialistas: se opusieron a las guerras imperialistas y coloniales en Irak y Afganistán, quieren ver el fin de la partición de Irlanda por parte del imperialismo británico, apoyaron a Corbyn. Muchos se han ido ahora, pero el Partido conserva unos 430.000 miembros. Dont 'Leave Organize (DLO) reagrupa muchas de las tendencias laboristas de izquierda. Dos sindicatos se han unido a ese Frente, mientras que en los principales sindicatos se llevan a cabo importantes debates sobre el apoyo. Momentum está en crisis, pero puede sumarse más tarde.
 

El número de laboristas directamente suspendidos o expulsados ​​superara los 350. La mayoría de ellos son líderes claves, locales o nacionales, que son rápidamente reemplazados por sectores de derecha en los puestos más altos del Partido. Muchos camaradas de izquierda han sido «disciplinados». Ahora, se ha convertido en un delito apoyar a otros falsamente acusados o exigir la plena reintegración de Corbyn. El Partido ha publicado una lista de cuatro organizaciones prohibidas y proscritas. La asociación con estos puede llevar a expulsión, incluso retrospectivamente.

La descomposición de la derecha laborista
 Hay muchas capas laboristas de derecha detrás de Starmer. Algunas alrededor de Tony Blair y Peter Mandelson. Utilizaron las enormes manifestaciones callejeras de los Liberal-Demócratas de derecha (los de Remain) para ridiculizar públicamente el proyecto Brexit de Corbyn, su propio líder del partido en ese momento, ¡y en plena campaña electoral! Esta capa burguesa-imperialista laborista no es grande, pero tiene posiciones de liderazgo, donantes poderosos y el apoyo de los medios de comunicación. Están desacreditados por la guerra de Irak, y ahora, aún más, por la debacle de la OTAN en Afganistán. 

Su conducta hacia Corbyn expresa su completo temor al socialismo, un temor cercano al pánico, como se muestra en sus declaraciones de que harían fracasar a Corbyn incluso si esto significara una victoria para los conservadores. De la misma manera que el imperialismo mundial y británico se desmorona, este sector burgués se descompone. Su antagonismo hacia la transformación socialista les hace olvidar cómo los conservadores han permitido que decenas de miles de personas mayores mueran en las residencias. En esos círculos, hay una pérdida del objetivo laborista, una pérdida del rol y de la identidad laborista.
 Aunque esta capa burguesa presta cierto apoyo a Starmer, la mayor parte proviene de la burocracia del Partido y de los sindicatos. Esta burocracia solía mantener cierta autoridad sobre la izquierda laborista y la clase obrera, negociando migajas con los capitalistas. A medida que las ideas socialistas surgieron con Corbyn, a la burocracia del Partido no le queda más que el uso de la fuerza para mantener su control. Se ha confiscado la libertad de expresión sobre Palestina y se están cerrando locales del partido. Mencionar el papel mundial, asesino, colonial e imperialista de Israel y de Gran Bretaña es motivo de expulsión. Por su parte, el Estado capitalista mismo ha convertido en delito que los profesores utilicen material anticapitalista en sus aulas. Para demostrar sus credenciales anti-socialistas, la dirección de Starmer proclama su lealtad a la monarquía constitucional, ondeando la bandera del imperialismo británico.
Identidad laborista y objetivo socialista
El arte y las ideas de Ken Loach colocan el amor por el ser humano en el epicentro de la vida. El silencio de la dirección Starmer sobre el asesinato de las personas mayores (por Covid), su prohibición del apoyo palestino y, ahora, la expulsión de Ken Loach, muestran al laborismo como un partido que ya no defiende los valores de la clase trabajadora y su historia internacional de siglos por el progreso humano. Pero, en la base de los sindicatos, en los lugares de trabajo y en el propio Partido, su expulsión no es más aceptable que el encarcelamiento de Julian Assange. Por eso, algunos partidarios de Corbyn dejaron el Partido, pero muchos otros se quedaron y se unieron al DLO.
 El Partido Laborista es parcialmente un partido obrero basado en los sindicatos. Cientos de miles se unieron a Corbyn por un cambio socialista - muchos judíos que defienden a los palestinos, entre ellos. Su presencia en el Partido, aunque sólo sea hasta ahora, ha atestiguado la esperanza y la posibilidad de que el papel tradicional "laborista" del Partido pueda adaptarse todavía a un papel "socialista-laborista".
 Los elementos de degeneración que surgen en la actual dirección burguesa del Partido representan la putrefacción de la clase capitalista. Eso es lo que pasa en los círculos superiores y en las estructuras burocráticas del Partido, pero el Partido se basa en los sindicatos y la clase obrera.
 
¿Eliminar la podredumbre o alejarse de ella?
 Algunos camaradas plantean que, frente a la podredumbre en el liderazgo y estructuras laboristas, la izquierda laborista y la base sindical deberían pensar en términos de renunciar al Partido y formar un Partido Socialista.
 Se necesitaron generaciones de lucha para construir una  Central Única Sindical y un sólo Partido de los Trabajadores en Gran Bretaña (en ningún otro lugar del mundo capitalista ha sucedido esto). Desde Peterloo 1819, los mártires de Tolpuddle 1834, los cartistas y 1848, Karl Marx y la influencia de la Comuna de París, las elecciones generales de 1922 cuando los comunistas Shapurji Saklatvala y Walton Newbold fueron elegidos como candidatos del Partido Laborista, a las concesiones masivas que el capitalismo tuvo que otorgar a la clase trabajadora británica organizada por los laboristas después de la Segunda Guerra Mundial. Teniendo en cuenta todas estas cosas, la clase trabajadora británica es más propensa a querer eliminar la corrupción de su Partido que a querer alejarse de él.
 
Rusia (y China) está rodeada militarmente por el imperialismo que armado  con armas nucleares, prepara la guerra mundial En este proceso de enfrentamiento, la clase trabajadora británica estará obligada a valorar la centralización de su Partido más que nunca. En cuanto a nuestra situación actual, si un papel socialista por parte del laborismo no fuera muy urgente, y quizás inminente, los anti-socialistas alrededor de Starmer simplemente se encogerían de hombros. Su conducta en el Partido confirma que saben que se avecina la transformación socialista, y a través del Laborismo, al menos en una etapa preliminar.
 
Los camaradas se preguntan cómo se puede cambiar el Partido si se han cerrado la mayoría de las vías para hacerlo desde adentro. ¡Pero no fue la estructura interna del Partido la que invitó a ciento ochenta mil nuevos miembros a convertirse en partidarios registrados (registered supporters) en 2016! El movimiento Corbyn fue impulsado a la dirección laboristas desde abajo, principalmente desde los sindicatos y las repetidas movilizaciones de la clase trabajadora. Para efectuar un cambio en el Partido nuevamente, la izquierda laborista y DLO necesitarán vincularse estrechamente con los sindicatos y las luchas crecientes.
 
A pesar de que la dirección  se lanza  firmemente contra el cambio socialista, no está predeterminado que el Partido lo siga. Es más probable que eventualmente Starmer sea reemplazado por un líder más cercano la clase trabajadora, viendo cuánto depende el laborismo de la clase obrera para su existencia. 
 
Los conservadores necesitan deshacerse del laborismo en estos días; preparan la guerra, no buscan más una alternativa parlamentaria. Existe una posibilidad de que el laborismo como Partido Obrero  reaccione y que, al menos durante un período transitorio, va a querer adecuar,  su papel como organización al objetivo socialista.